La plantilla del Real Madrid ha puesto punto y final a su primera semana de entrenamiento tras este parón forzoso por el estallido de la pandemia de la COVID-19. Los blancos que se han venido ejercitando en Valdebebas, han venido trabajado tanto en el aspecto físico como con el balón. La última sesión de la semana fue de intenso trabajo físico: los jugadores llegaron a correr por zonas no habituales para evitar posibles contactos entre ellos. A su vez, también realizaron trabajos con balón. La idea que maneja Grégory Dupont, el preparador físico de los blancos, es la de potenciar el estado físico de sus jugadores, una vez que ha podido entrenar y observar su estado tras varias semanas de ausencia debido al coronavirus. Sabe que es muy complicado que el equipo alcance la velocidad de crucero que obtuvo entre diciembre y febrero, pero va a buscar el punto más alto de su forma. Dani Carvajal, una de las voces más autorizadas del vestuario blanco, explicaba sus sensaciones en esta semana de trabajo: “Me acuerdo del primer día y nos costaba dominar el balón. Al final en casa no puedes entrenar igual que aquí en el campo, pero iremos poco a poco. Hay que seguir el protocolo que dicta LaLiga, ser cuidadosos y respetuosos con las normas e intentar coger ritmo con balón y sin balón”. Para Vinicius ha sido «como volver de una lesión». A su vez, Zinedine Zidane (ha sido llamativo verle dirigir las sesiones de entrenamiento con mascarilla puesta, al igual que a sus ayudantes) ha ido intensificando el nivel de sus sesiones.
La semana ha sido atípica debido al coronavirus. El pasado lunes 11, los jugadores fueron llegando de manera escalonada hasta la Ciudad Deportiva blanca, cerrada desde que se supo que el jugador de la sección de baloncesto Trey Thompkins había dado positivo. Trabajaron en dos grupos: el primero, desde las 09:00 de la mañana lo formaban jugadores como Ramos, Kroos, Lucas Vázquez, Modric, Hazard, Casemiro, Bale, Carvajal, Nacho, Altube… En el segundo, que empezó sobre las 11, aparecían el resto de jugadores: Mariano, Asensio, Rodrygo, Mendy y Valverde, por citar algunos. Se dio la curiosidad de que algunos futbolistas coincidieron en la puerta de acceso. Unos entraban, otros se iban a casa. La plantilla se entrenó de manera individual, sin contacto entre los jugadores, y las sesiones duraron algo más de una hora, eminentemente física. Han venido utilizando tres campos para que exista separación de seguridad entre los jugadores. Y no se han cambiado en el vestuario: cada jugador ha ido a su habitación individual en la Residencia para cambiarse: Allí han encontrado ropa de entrenamiento dentro de bolsas biodegradables para poder cambiarse.
La vuelta empezó con gratas noticias como fueron las reincorporaciones de Marco Asensio y de Eden Hazard. El balear ya está recuperado de la terrible lesión que se produjo el pasado mes de agosto y puede ser una de las piezas clave de este final de campaña. Ya en pretemporada, Zidane le ubicó como falso delantero centro, donde empezaba a asentarse y a mostrar parte de sus cualidades. Hazard, por su parte, avanza en su estado tras ser operado el pasado mes de marzo de una fisura en el peroné de la pierna derecha. Ambos han saltado al terreno de juego de la Ciudad Deportiva y reincorporado a la disciplina del grupo.
Pero también ha habido malas noticias: Luka Jovic regresó lesionado de Belgrado, en donde pasó la cuarentena (una fractura extraarticular en el hueso calcáneo del pie derecho), que le mantendrá apartado de los terrenos de juego entre 7-8 semanas, mientras que Mariano, otro delantero blanco, se ha venido ejercitando en el gimnasio debido a molestias en el pie derecho. Los dos han sido las únicas bajas en este reinicio. El lunes 18 volverán los entrenamientos de la misma manera que hasta ahora.