Wagner Ribeiro en su día fue el agente de Robinho, como también lo fue Neymar, pero ya no lo es. Ni de uno ni de otro. Cierto es que mantiene una buena relación con Florentino Pérez de aquellos años en los que el Real Madrid fichó a Robinho e incluso intentó hacer lo mismo con el propio Neymar, pero a día de hoy no tiene relación profesional con el delantero del PSG., aunque no tiene mala relación.
En la primavera pasada el agente estuvo en Madrid y vio al presidente del Real Madrid (algo que hizo público a través de sus redes sociales) y entre los muchos temas que trataron se habló de Neymar.
El máximo mandatario blanco siempre ha reconocido ser un admirador del juego de Neymar y en esa charla volvió a insistir en ello y la posibilidad de poder ficharlo en el verano de 2019. Lo hizo a título de amigo, de antiguo compañero de operaciones futbolísticas, pero nunca más allá. Ribeiro lo hizo público ayer en una clara traición a un amigo.
Florentino Pérez sabía que en ese momento Ribeiro no era el canal adecuado para llegar al ex del Barcelona. Semanas después hubo acercamientos con el entorno del jugador en los que nada tuvo que ver Ribeiro. Incluso Neymar llamó a jugadores como Casemiro, Marcelo, Ramos y Modric ante lo que creía iba a ser un desembarco en el Bernabéu.
El presidente blanco se limitó a esperar, respetando al máximo a los dirigentes del PSG, por si recibía una llamada desde París o Qatar que ofreciera al brasileño. En cuanto supo que el Emir de Qatar no tenía intención de vender, se retiró del asunto, sabiendo que Neymar iba a continuar, al menos, una temporada más en el PSG. Un año después, nada ha cambiado y el Real Madrid ha abandonado definitivamente la idea de fichar a Neymar.
El agente brasileño en esa entrevista que concedió a ESPN habló de un precio marcado por la FIFA respecto a la posible de Neymar este próximo verano. Para que ello sea cierto primero tiene que haber una denuncia por parte del jugador, una posterior disputa y si no hubieta acuerdo, la FIFA entraría al final del proceso, ya que el máximo organismo del fútbol mundial no está para marcar precios de traspasos de jugadores sin más y sí para solucionar conflictos.