Sergio Ramos ha recordado la «histórica y mágica» consecución de la décima Liga de Campeones del club blanco en la final de Lisboa frente al Atlético de Madrid, «después de tantísimos años luchando», mientras que Luka Modric, el hombre que asistió al camero aquel día en el minuto 93, ha reconocido que estaba «tranquilo» y con la «convicción» de que iban a marcar.
«Con una sola palabra, yo diría que fue histórica. Histórica y mágica, porque el Madrid es un mundo mágico y somos muy afortunados de pertenecer a ello», señaló en una entrevista a los medios oficiales del club con motivo del sexto aniversario de aquella gesta.
«Lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en Lisboa es el trofeo, la Champions, después de tantísimos años luchando para poder disfrutar primero de esa final y después de poder ganarla. Te acuerdas de toda tu familia y del sacrificio y esfuerzo que te ha costado durante muchos años. Es lo bonito del fútbol, la recompensa de poder levantar una Champions y añadirla a tu currículum», añadió.
Además, el central andaluz explicó que aquello fue la muestra del «ADN del Real Madrid, la lucha hasta el final». «Mientras exista una posibilidad, haya un minuto o un segundo, siempre he sido consciente de que se podía», indicó.
Así recuerda el gol del minuto 93
El de Camas analizó también la jugada que en el minuto 93 le permitió marcar el tanto del empate y forzar la prórroga. «Es cierto que al final es un grandísimo remate, sobre todo por la ejecución, el salto, la distancia, el portero Thibaut, que abarca mucha portería. Yo creo que solo existía ese rincón por donde podía entrar el balón. Fue un buen centro de Modric, me meto en el segundo palo porque es donde hay más jugadores y puedo bloquearme con algún movimiento», señaló.
Tengo la marca de Godín, estaban Bale, Cristiano… Hago un amago hacia el segundo palo y me meto por dentro. En esas décimas de segundo, con tanto jugador y tanto revuelo, a Godín no le da tiempo a llegar porque le gano la posición. Ese metro me permite avanzar solo bordeando el punto de penalti y cabecear prácticamente solo con una ejecución perfecta en el minuto 93 que nos daba el empate para ir a la prórroga», relató.
Modric, convencido de que iban a marcar
Por su parte, Luka Modric reconoció que nunca dudó que iban a lograr empatar y forzar la prórroga. «Yo iba muy tranquilo, con la convicción de que íbamos a marcar un gol. Sergio estaba en un buen sitio, se colocó muy bien y, luego, cómo lo metió es historia. Fue increíble», manifestó.
En este sentido, reconoció que durante toda la temporada habían «practicado bastante este córner». «Lo metimos también en partidos previos como en Champions ante el Bayern y algunos encuentros de Liga. Era importante poner un buen balón en el sitio en el que lo puse, pero luego Sergio hizo un buen movimiento y el remate fue perfecto», concluyó.