El Real Madrid debe zanjar esta temporada el futuro de dos de sus jugadores más emblemáticos: Sergio Ramos y Modric. En el caso del croata, que recibió en el avión de regreso a Madrid una camiseta con sus 350 partidos cumplidos de blanco de manos de Florentino Pérez, su partido ante el Barça ha servido para comprobar que si el Madrid es capaz de dosificar y cuidar a su número 10, no hay uno igual y sería un error que se marchara gratis en junio ya que acaba contrato.
Modric concedió una entrevista a la revista Four Four Two en la que volvió a recalcar que está feliz en Madrid y que le gustaría seguir, pero que se tomará la mejor decisión para todas las partes.
Modric, como ya informó MARCA, está dispuesto a bajarse el sueldo con la idea de colgar las botas en la Casa Blanca. Le queda un año de contrato por lo que a partir del próximo 1 de enero es libre para negociar con quien quiera, pero él mira primero por el Real Madrid.
«Todavía me queda este año en el Real Madrid y después veremos qué pasa. Yo me encuentro bien y quiero seguir jugando al fútbol unos años más. ¿Dónde? Ya veremos. Para ser sincero, no he pensado mucho en ello», comenta el croata.
«Estoy centrado en el Madrid y en las cosas que podemos conseguir esta temporada. Ese es mi único objetivo. Después me sentaré con la directiva y buscaremos una solución adecuada para todos. Llevo aquí ocho temporadas, ocho magníficas temporadas y he forjado una relación buenísima con todas las personas del club. Pase lo que pase, no habrá ningún problema», añade el jugador.
Con más o menos minutos, titular o suplente, lo que quedó de manifiesto una vez más en el Clásico es que Modric es un jugador muy aprovechable para Zidane por su talento y calidad que le valieron además ganar el Balón de Oro.
Lo normal es que ambas partes se sienten antes de que termine la temporada y amplíen el contrato. Modric tiene 35 años, por lo que es consciente de que su siguiente contrato, bien en el Madrid o en otro club, será el último. Él espera que sea de blanco.